Retrasado...
-09 de mayo-
Desperté en un día como cualquiera, algo incómoda y muy aparte llenando de besos a mi hijo, llegó una invitación para las 7:30 pm. a un pequeño agasajo a las madres ya que mañana es su día, cierto...nuestro día, entonces me animé y cuando ya tengo que ir… me desanimo, me molesta que esto me pase siempre, pero hoy decidí llevarme en contra de mi voluntad.
Al llegar con mi cuñada, veía a madres mirándome, mirando a mi hijo pero sonriendo sinceramente, no como esas sonrisas falsas, fingidas que veo por la calle, (je, yo hablando de sonrisas fingidas…). Al sentarme, el vecino “Fontis”, un profesor que después de írsele la esposa, y luego la hija ya con una familia formada, se quedo con su mejor amigo, su perro “simba”…nombre más cercano al que tenía su antiguo mejor amigo ”kimba” que después de tantos años de estar juntos, un maldito día (para él), se perdió, ni miles de avisos ni recompensa lo trajeron de vuelta. No era difícil ver su tristeza en un segundo. Pero me estoy yendo a otra historia!
Pues, el vecino Fontis, me puso el imperdible con la rosita, y me dijo “la flamante mamá”.
Con esas tres palabras ya no podía sentirme incómoda, desde ese momento pude disfrutar lo que venía como una “flamante mamá”, el brindis, el grupo musical tocando lo mejor de ayacucho, lo mejor para recordar a mi madrecita, imaginarla bailando entre las demás madres que por cierto nos divirtieron mucho con sus exagerados pasos, pero que energía tienen!!
Osea, me siento rarísima, no esperaba esto tan pronto, veo a mi hijo y soy la más feliz de tenerlo conmigo, verlo, cargarlo, hacerle bailar, alimentarlo, abrazarlo, abrigarlo, amarlo infinitamente. Algunas señoras me miran y me sonríen nuevamente, comprenden el momento por el que paso y sólo me desean la felicidad que siento en este momento. Luego vino el regalo, la comida, el vinito, y en unos segundos el sueño, así que fuí la primera en retirarme.
Ya he recostado a mi galán, y me encuentro escribiendo este momento agradable que pase, ya son las 12:36 am. Es el día de mi mami Olguita! mi día también! y será mi Andrés el que me regale sus manitos tocando mi rostro al despertar, y luego de su sonrisa de ángel decirle: Buenos días hijito!, como durmió mi chiquito?…
