He dejado pasar tres buses que me dejan en la puerta de mi casa, miro al otro lado de la pista, necesito desesperadamente estar ahí, no dejar pasar un solo vehículo a menos que me lleve, a un lugar que ni el mismo conductor conozca, hasta donde acabe la pista, hasta donde acabe nuestras vidas y nos sintamos nada.
Ha pasado una hora...
No hay comentarios:
Publicar un comentario